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Una de las situaciones más embarazosas por las que debe pasar un empresario es tener que comunicar el despido a uno de sus trabajadores. Recurrir a los servicios de una asesoría de empresas en Sabadell puede ayudarte a aliviar este trance. Más si el empleado con el que vas a dejar de contar ha incurrido en alguna de las faltas que la ley recoge como suficientes para que el despido pueda llegar a ser considerado procedente.
El Estatuto de los Trabajadores, en su artículo 54, es el documento que recoge cuáles son los casos en los que tiene cabida un despido disciplinario que puede llegar a ser considerado como procedente.
En este post vamos a resumir las más importantes, pero si necesitas una información más amplia o cualquier tipo de asesoramiento, no dudes en ponerte en contacto con nuestra asesoría de empresas en Sabadell.
La impuntualidad y las faltas repetidas e injustificadas suelen ser algunos de los motivos más comunes que desencadenan despidos disciplinarios, así como la indisciplina o desobediencia. No obstante, en estos casos un juez ha de determinar si el despido planteado por el empresario está justificado o si, por el contrario, no da lugar y, por tanto, ha de readmitir al empleado o entregarle una indemnización por considerarse improcedente.
El bajo rendimiento; la improductividad; las agresiones verbales a superiores o compañeros; el acoso o discriminación por razones de religión, sexo, convicciones, edad, orientación sexual, etc.; el incumplimiento reiterado del contrato; la embriaguez o toxicomanía y todo tipo de conductas que afecten negativamente en el trabajo o atenten contra otra persona de su entorno laboral, son recogidas en estos estatutos como causas por las que puede producirse un despido disciplinario que, posteriormente, pueda ser considerado procedente.
Si te ves en esta circunstancia con un trabajador de tu empresa, en Gabinet J. Creus podemos asesorarte para que des con la mejor solución posible.